sábado, 16 de abril de 2011

Transtornos Musculoesqueléticos, una cuestión de organización

Las estrategias para combatir los trastornos musculoesqueléticos (TME) en el lugar de trabajo suelen dejar al descubierto áreas disfuncionales dentro de la organización.

Pero, lejos de constituir una amenaza para la empresa, estos planteamientos representan, realmente, una oportunidad de mejorar la definición de los recursos necesarios para lograr una mayor flexibilidad.

La acción preventiva exige la correcta identificación de los vínculos entre los TME y los factores organizacionales, lo que significa adquirir unos conocimientos aún más detallados del proceso que da lugar a tales trastornos.

Obstáculos Organizativos

Determinar el papel desempeñado por la fuerza, los ángulos articulares y los movimientos repetitivos es crucial para poder ofrecer una explicación etiológica de los trastornos musculo-esqueléticos (TME).

No obstante, en muchos casos, la instalación de ayudas mecánicas en el puesto de trabajo o la restricción de los movimientos a los límites aceptables desde el punto de vista biomecánico han resultado inadecuados.

Los TME pueden desaparecer en una zona, pero vuelven a aparecer en otra. Estos resultados son preocupantes y nos urgen a aprender más sobre el proceso que da lugar a estos trastornos de origen laboral.

Por ejemplo, nos hemos dado cuenta de que los factores de tiempo en el entorno laboral no se han tomado suficientemente en cuenta en las estrategias preventivas.

Muchas veces los objetivos fijados quedan invalidados por los objetivos que persigue la empresa, especialmente por el deseo de aumentar la productividad mediante la reducción de costes.

Reducir el tiempo que se necesita para realizar un movimiento acercando el área de trabajo ocasiona al operario una nueva serie de restricciones, representadas por una mayor densidad de movimientos y un espacio de maniobra reducido en términos de tiempo.

El hecho es que el análisis del hiperestrés de un movimiento no puede reducirse a sus componentes biomecánicos, ya que un movimiento está lejos de ser un simple acto muscular.

Cuando un operario hace un movimiento, éste forma siempre parte de una actuación para lograr un fin. Es un vector de las estrategias de intervención concebidas por el individuo con el propósito de mejorar la efectividad.

En consecuencia, los TME son un síntoma de la incapacidad del operario para lograr esa eficacia.

Al buscar la causa de dicha incapacidad debemos examinar, desde luego, el diseño del equipo, pero también los recursos organizativos de los que dispone el operario.

Factores de Riesgo del Cambio Organizativo

Hace unos 10 años, unos médicos especializados en medicina laboral comenzaron a detectar en Francia una correlación entre la percepción que los trabajadores tenían de los síntomas de una lesión periarticular y la introducción de cambios cualitativos o cuantitativos, o de ambos, en sus actividades.

Algunos de estos cambios (la adopción de un sistema de producción ajustada, mayor flexibilidad, etc.) han ido privando gradualmente a los trabajadores de libertad para decidir cuándo tomarse un descanso, para variar la velocidad de trabajo o la cantidad de trabajo realizado y para trabajar con independencia de la velocidad de la máquina o del ritmo de trabajo de sus compañeros, etc., y han ocasionado lo que se conoce como “dependencia organizativa”.

En un estudio epidemiológico realizado en Francia se descubrió que las personas que se consideran muy dependientes presentan una probabilidad mayor (1,43 veces) de padecer el síndrome del túnel carpiano que quienes se consideran menos dependientes desde el punto de vista organizativo.

Esta mayor probabilidad aumenta todavía más (3,56 veces) cuando se comparan con personas que tienen un bajo nivel de dependencia organizativa y no participan en trabajos puntuales ni en un sistema de producción ajustada.

Se demostró la relación entre los cambios organizativos, como en el caso de la producción ajustada, y la presencia de trastornos musculoesqueléticos. De hecho, la causa no reside en la producción ajustada como tal sino en la opción organizativa escogida por la empresa para introducirla.

Por ejemplo, al pasar de trabajar en una línea de producción a trabajar en equipos independientes, la dirección confía en que el trabajo sea menos monótono y aumente la flexibilidad. Sin embargo, observamos que tales cambios no garantizan la ausencia de TME y a veces pueden ser una señal de su aparición. ¿Por qué ocurre esto?

Porque han sido incapaces de preservar el espacio de maniobra con el que contaban los operarios incluso en la línea de producción. Se puede ilustrar este argumento con el ejemplo de una línea de montaje.

El Precio del Progreso

Se pide a los diseñadores de tecnología que respondan a las demandas cada vez más exigentes del mercado y diseñen nuevas líneas de productos y nuevos métodos para aumentar la productividad.

Una de las soluciones ofrecidas por la tecnología organizativa a estos problemas es la línea en U, que permite ajustar el número de trabajadores al nivel de la demanda. Si el número de puestos libres no varía, el tamaño del equipo de trabajo se adecua al volumen de pedidos, con lo que el operario tiene que desplazarse entre dos o más puestos de trabajo.

Esta táctica exige que los operarios sean más versátiles y que trabajen de pie y también permite acercar las zonas en las que se encuentran los artículos que deben alcanzar y ahorrar espacio al situar los puestos de trabajo más próximos unos de otros. Por lo tanto, en esta situación es imposible mantener un stock intermedio entre dos puestos de trabajo.

Desde el punto de vista de la dirección, con ello se logra un mayor rendimiento laboral y una mayor flexibilidad en el logro de los objetivos, ya que el trabajo pendiente entre los puestos de trabajo suele constituir una falta que se penaliza.

Cuando esta situación se prolonga, los operarios, como todos sabemos, vuelven a trabajar sentados, y con esta actitud violan una prohibición de la dirección, lo que origina situaciones conflictivas, generalmente reprimidas: deterioro de las relaciones laborales, escasa satisfacción laboral, alto nivel de rotación, absentismo, etc., además de las quejas y notificaciones de trastornos musculoesqueléticos, que no son menos frecuentes que antes. De esta forma se pierde la eficacia de la línea de producción.

Cada vez hay más gente que está de acuerdo en que trabajar de pie no constituye una mejora y se intenta negociar el número de trabajadores que pueden trabajar sentados en la línea. Pero otros hechos vienen a frustrar los propósitos de la reorganización. La presencia de algunos artículos en los lugares vacantes que quedan entre los puestos de trabajo se hace más y más habitual y en este caso es difícil negociar, porque éste es un principio clave en la persecución de flexibilidad.

¿Pero de qué flexibilidad se trata? El análisis del trabajo demuestra que estos pocos artículos ayudan a controlar el ritmo y aliviar el tedio del trabajo. Unas cuantas unidades montadas de antemano permiten al operario variar su velocidad de trabajo y disfrutar de unos momentos de descanso.

Forman ese stock intermedio que deja tiempo libre para atender a otras actividades dentro del grupo como, por ejemplo, ayudar a un compañero, intercambiar información, etc.

Los TME surgen allí donde existe este tipo de dependencia organizativa, allí donde los operarios tienen cada vez menos posibilidades de emplear sus propios recursos (capacidad, conocimientos técnicos, creatividad, etc.) para controlar sus movimientos.

Luego identificar los factores que hacen a los individuos más dependientes de las restricciones organizativas es un paso adelante hacia la prevención.

Más concretamente, el factor de riesgo organizativo reside en el principio de aplicación adoptado (por ejemplo, la eliminación de los stocks intermedios) más que en el propio concepto de producción (fabricación ajustada). De esta forma podemos identificar dónde se requiere una acción (la posibilidad de sentarse para trabajar, establecer unos pequeños stocks, etc.) y quién debe participar en la misma (diseñadores, instructores, operarios, etc.).

Prevención de los Transtornos Musculo-esqueléticos y Eficacia Organizativa
Existe también el temor, por parte de la dirección, de que los intentos de prevenir los trastornos musculoesqueléticos den lugar a un rendimiento más lento, como si los TME fueran, en cierta medida y a pesar de todo, el precio que hay que pagar por “conservar el terreno” en un mercado cada vez más competitivo. Pero es exactamente al revés.

Identificación de vínculos
Los trastornos musculoesqueléticos revelan causas de baja productividad que la empresa no suele identificar ni asociar con las condiciones en las que se realiza el trabajo.

Un aspecto concreto del planteamiento preventivo es la identificación de estos vínculos. Por ejemplo, el encargado de un equipo de deshuesado de carne se negaba a admitir cualquier relación entre la velocidad de la línea y la presencia de TME.

El análisis del trabajo demostró que se realizaba una gran densidad de movimientos que obligaban a los operarios a reducir, para ganar tiempo, la frecuencia con la que afilaban sus cuchillos. Sin embargo, cuanto peor cortaban los cuchillos, mayor era el esfuerzo necesario para cortar a medida que la precisión disminuía. El encargado de la línea comprendió de repente el vínculo que existía entre los movimientos del trabajo y la eficacia, y en ese momento se dio cuenta del elevado porcentaje de material desperdiciado. Hasta ese momento la falta de productividad había sido un problema confidencial.

Estos ejemplos muestran claramente el riesgo implícito de disociar la prevención del cumplimiento de los objetivos de producción.

Por lo tanto, una de las soluciones preventivas debe ser promover alternativas organizativas que maximicen el valor económico obtenido con la capacidad, los conocimientos técnicos y la estrategia de movimiento de los trabajadores.

Fuente: Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo

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domingo, 10 de abril de 2011

El Ingesa organiza un curso de atención especializada para el colectivo de celadores


Una veintena de profesionales del Área de Salud de Melilla participan en el curso ‘El celador en Atención Especializada. Ergonomía y trato con el paciente’, que se imparte en el salón de actos del Hospital Comarcal.
En estas jornadas, contempladas en la formación continua del personal del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en los aspectos de prevención de riesgos laborales, la plantilla de celadores revisará, principalmente, las funciones del puesto de trabajo y el trato a los pacientes.


Se tratan temas como necesidades de movilización del paciente, movilización correcta en las diferentes posiciones, posicionamiento correcto del paciente, movilización del paciente encamado y el manejo del paciente con accidente cerebro vascular (ACV).

Viernes, 08 de Abril de 2011 12:38 , El Faro 

sábado, 12 de marzo de 2011

Los médicos de atención primaria podrán conocer la carga física o mental de un trabajo desde su ordenador

Así lo ha explicado la representante de Ibermutuamur, Marta Fernández, durante la presentación de este proyecto en el cuarto Congreso de Prevención de Riesgos Laborales de Castilla y León que se celebró entre los días 8 y 9 de marzo en la capital leonesa. La aplicación "Relación entre patologías comunes y puestos de trabajo" es capaz de proporcionar al sanitario de atención primaria de una forma "rápida" y "concisa" datos sobre el 85 por ciento de los puestos de trabajo existentes en el mercado laboral para ayudarle a la hora de tratar con el paciente.

El doctor de atención primaria al recibir al paciente, podrá introducir en su ordenador el nombre de su ocupación y, a través de esta herramienta informática, vincularla con una relación de las enfermedades más prevalentes. Asimismo podrá visualizar mediante una serie de iconos si está expuesto a ruido, frío calor, o estrés térmico, así como si su trabajo requiere una alta carga física o mental, en un gráfico de barras de colores. De este modo, podrá comprobar con un vistazo que el trabajo es muy físico, por ejemplo, si la barra aparece en color rojo, o que no requiere apenas esfuerzo si ésta en verde. El médico podría en este programa ampliar estos datos y saber si es habitual que en el empleo de su paciente se cargue más la columna, el hombro, el codo, la muñeca o las caderas.

Los datos se presentan en tres bloques, con un primero de información general que describe las tareas principales de cada oficio, el entorno en el que se desarrolla, las circunstancias especiales a las que están expuestas las personas que lo ejecutan o las materias primas más habituales en esa actividad. En un segundo, se presentan la carga física, psíquica, de postura o sensorial que requiere la tarea, mientras que en un tercero se enumeran los agentes químicos, físicos o biológicos habituales en ese trabajo. El programa ofrece también información sobre las herramientas más habituales utilizadas en cada trabajo a través de un diccionario de términos.



Editado: 09/03/2011 3: 25 PM
Fuente: ABC

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Las trabajadoras del mar empiezan a ver reconocido su trabajo

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Osalan analizará los riesgos laborales de rederas, 'neskatillas' y empacadoras.




Las rederas, neskatillas y empacadoras del Cantábrico vienen reclamando desde finales del año 2007, cuando se firmó la Declaración de Ondarroa, mejoras en sus condiciones de trabajo. En esa localidad vizcaína ratificaron su condición de colectivo profesional para mejorar las precarias condiciones sociolaborales en las que trabajan en los puertos pesqueros del País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia. En la declaración firmada por responsables de las asociaciones de las cuatro comunidades también solicitaron la reducción de la edad mínima de jubilación, así como el reconocimiento de sus dolencias como enfermedades laborales.


Este pequeño colectivo de mujeres, de al menos 135 trabajadoras según datos del Gobierno, formado por rederas, neskatillas -quienes descargan y limpian el pescado- y empacadoras salieron a protestar por sus condiciones laborales. En la actualidad, el Departamento de Pesca, a través de Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, ha puesto en marcha un programa para evaluar y prevenir las patologías que estas mujeres padecen a causa de su trabajo. En él se incluye tanto la concienciación de las mujeres sobre las costumbres, arraigadas en el tiempo, que deben desterrar de su trabajo diario y formación sobre hábitos de trabajo más seguros, como un análisis y evaluación de los riesgos para establecer la relación causa-efecto de las lesiones musculoesqueléticas que sufren. 


La mayor parte de lesiones que sufren estas trabajadoras son de carácter músculoesquelético en la espalda y el cuello. También son comunes las contracturas y tendinitis en los hombros, brazos, manos, muñecas y codos por las labores repetitivas y posturas forzadas. En el horizonte, y como gran reclamación del colectivo, está la inclusión de dichas afecciones en el catálogo de enfermedades profesionales.



http://prisacomelpaiscom.112.2O7.net/b/ss/prisacomelpaiscom/1/H.11--NS/0
Editado: Sábado,;12/3/2011,;09:08 h                                                                                                                                                        Fuente: El País.com



Texto del artículo, completo "Las trabajadoras del mar empiezan a ver reconocido su trabajo" está disponible en El País.com.

sábado, 19 de febrero de 2011

Evaluación de la actividad muscular empleada para reducir las lesiones y mejorar la productividad de los trabajadores




Newswise — Muchos puestos de trabajo que requieren movimientos y posturas forzadas pueden causar lesiones a los trabajadores. Un análisis de la actividad muscular y del procedimiento de trabajo pueden proporcionar respuestas a cómo se genera una lesión y cómo evitarla en el futuro. Con la asistencia de electromiografía de superfice (EMGS), puede realizarse un análisis ergonómico del comportamiento del trabajador, la postura y el movimiento. La EMGS es un instrumento de biorregulación para medir la tensión muscular. El uso de la EMGS permite evaluar la función muscular de manera objetiva y reproducible.
El artículo de Winter 2010 del diario Biofeedback describe el estudio de caso del trabajador de rotativas en las instalaciones de una importante empresa de publicación de noticias de U.S.A. Un análisis ergonómico identificó demasiadas lesiones de lugar de trabajo en el cuello y hombro, más coconcretamente el manguito rotador del hombro derecho.
Tres actividades fueron objeto de intervención: lavado de la mantilla de caucho, manipulación de las bobinas de papel de periódico y preajuste del posicionamiento de las ruedas de presión. Con el uso de la EMGS, los investigadores determinaron que mejoras en el puesto de trabajo o del procedimiento de trabajo o ambos podían disminuir el riesgo de lesión al realizar estas tareas.
Se obtuvieron los datos mediante el uso de dos electrodos activos colocados en paralelo a los músculos específicos. Los músculos estudiados incluyeron el trapecio superior izquierdo y derecho así como el paraespinal lumbar izquierdo y derecho.
Los investigadores descubrieron que algunos de los movimientos de los trabajadores podrían ahorrar tiempo, pero no lesiones. Por ejemplo, para el lavado de la mantilla del cilindro, un trabajador normalmente pondría una mano en el panel de control para manipular los botones de accionamiento y al mismo tiempo alargar la otra mano para alcanzar el cilindro. Estas acciones requieren movimientos y posturas forzadas que hacen que los músculos trabajan más intensamente.
Una solución fue readiestrar al trabajador para que no realica estas tareas de forma simultánea. Al mantener  el brazo que no limpia en reposo, se pudo realizar la tarea de limpieza menos enérgicamente. Como alternativa, los investigadores introdujeron un mango de 4 pies de largo con dos asas ergonómicos y un cabezal de limpieza. A través de la evaluación de la EMGS, este accesorio en el puesto de trabajo combinado con una modificación de la conducta del trabajador consiguió una reducción en la actividad muscular mientras el trabajador realiza la misma tarea.



Editado: 2/10/2011 3: 25 PM

martes, 15 de febrero de 2011

Napo emula a Chaplin

Napo es una idea original que responde a la necesidad de disponer de productos de difusión de la prevención con valor educativo y de calidad, capaces de transcender las fronteras nacionales y abordar la diversidad de culturas, lenguas y las necesidades de las personas en el trabajo, Por eso Napo y sus compañeros se expresan sin palabras, un lenguaje universal.
El papel de Napo y sus amigos consiste en interesar a las personas en los valores de la prevención valiéndose de su encanto, su humor y su actitud desenfadada y hasta descuidada. Esto le lleva a meterse en dificultades que provocan preguntas y estimulan el debate, aunque casi siempre ofrece soluciones o ayuda a encontrarlas. Es en esta mezcla de humor y valor educativo en que reside la identidad de la serie Napo. Una nueva película de Napo sobre los TME se ocupa de la "gestón de la carga"·

viernes, 11 de febrero de 2011

Nuevo portal sobre trastornos musculoesqueléticos

ImagenTME

El INSHT acaba de estrenar portal sobre trastornos musculoesqueléticos. Este portal actualiza todos los contenidos e incorpora nuevos instrumentos para su evaluación y su prevención. Además recoge numerosos ejemplos de buenas prácticas, por sectores y actividades. Su objetivo es convertirse en un lugar de encuentro para todos los profesionales interesados en el conocimiento, divulgación y difusión de la prevención de los trastornos musculoesqueléticos. 

A OSHA (EEUU) le preocupan los TME

OSHA mantiene en suspenso durante 30 días su intención de rehabilitar una columna específica para los trastornos musculoesqueléticos, eliminada en el año 2.003, en el formulario log 300 que utlizan las empresas americanas para notificar a la administración los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. El motivo de esta iniciativa es disponer de una mayor información sobre los TME ante el incremento notable de estas patologías. Las PYME se han quejado de dicha disposición y ahora serán oídas antes de que la norma entre en vigor. 

jueves, 10 de febrero de 2011

Iniciativa para reducir los trastornos musculoesqueléticos

Ante la elevada incidencia de los trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo, en especial en determinados sectores como la construcción, alimentación e industrias extractivas y manufactureras, el grupo  socialista ha registrado una proposición no de ley en el Congreso en la que pide al gobierno  que adopte un plan de acción para reducir dicha incidencia. Entre las iniciativas que debería contener el plan, se encuentra la de realizar un estudio sobre los partes de accidente de trabajo notificados como sobreesfuerzos, así como los datos obtenidos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo.